La descarga de archivos forma parte de la historia de Internet. En sus orígenes, la única forma de obtener un fichero era mediante la descarga directa, pero con la aparición de nuevas tecnologías se popularizaron nuevos métodos, como el intercambio de archivos a través de redes P2P.
Estos sistemas permiten aumentar la velocidad y, al mismo tiempo, ponen trabas a la persecución judicial de quienes ofrecen contenidos protegidos por derechos de autor. Pero la presión de discográficas y productoras de cine ha obligado a los internautas a buscar alternativas. Entre ellas se encuentran la vuelta a las descargas directas y el uso de servicios que permiten ver películas o escuchar música sin descargar un fichero completo. Estos son algunos de los términos clave para entender el panorama de las descargas de Internet.
Subir y bajar.
Imagine la Red como una enorme nube que se encuentra sobre nuestras cabezas, en la que flotan imágenes, webs, aplicaciones online y contenidos de todo tipo. A la acción de publicar un archivo en esta nube se le llama subir. Descargar el fichero es bajarlo en la jerga de la Red.
Redes P2P
Las redes de intercambio de archivos peer to peer (entre colegas, entre iguales), se caracterizan por ser sistemas descentralizados. Los archivos se almacenan en los ordenadores de los usuarios, y cuando inicias una descarga obtienes una fracción del archivo de cada uno de ellos. No hay servidor central que almacene información de los ficheros disponibles, y nadie los obtiene de una sola persona. Así la persecución legal es difícil.
Protocolos
Las redes P2P tienen diferentes formas de repartir el trabajo de las descargas y conectar a sus usuarios. Para cada una existe un protocolo diferente: Ares, eMule, FastTrack, y BitTorrent son algunos ejemplos.
BitTorrent
Es una de las redes P2P más populares. Al primer internauta que ofrece el archivo en esta red se le llama semilla o seed. Quienes empiezan a descargar ese fichero se convierten en peers, lo que supone que no sólo bajan el archivo sino que ofrecen también las partes que ya han almacenado. Esto reduce la dependencia de quien sube el archivo a la red y la carga de tráfico que tiene que soportar.
Clientes
Como las redes de P2P usan protocolos diferentes, se necesita un programa (cliente) específico para conectarse a cada una de ellas. Las aplicaciones más populares en la actualidad son aMule y eMule (se conectan a la red de eDonkey), Ares Galaxy (Ares, BitTorrent), BitComet, µTorrent, Vuze y BitTornado (BitTorrent), Morpheus, Kazaa (FastTrack) o iMesh.
Buscadores
El propio carácter descentralizado de BitTorrent hace difícil para los internautas saber qué archivos se ofrecen y cómo descargarlos. Por eso existen índices, páginas web que ofrecen enlaces a descargas, y que se han convertido en el punto flaco del sistema, pues son las que más denuncias reciben. En España los jueces han dicho varias veces que ofrecer enlaces a descargas de P2P no es delinto, aunque en otros países este tipo de webs han tenido suerte diversa, con multas de hasta 71 millones de dólares.
Descargas directas
El acoso legal contra el P2P vuelve a llevar la descarga de contenidos a páginas web que los alojan al completo y se hacen cargo de la transferencia. Es el caso de Megaupload, YouSendIt o RapidShare, a la que en Alemania ya han exigido que elimine todas las películas y discos con copyright.
Streaming
Es la última tendencia y cada vez funciona mejor, gracias a la llegada de la verdadera banda ancha y la mejora de las tecnologías que permite comprimir el vídeo. En la web hay portales que ofrecen enlaces para poder ver fútbol en directo sólo con el navegador, series de televisión y películas. Y únicamente piden al usuario que pulse el botón de play (reproducir), sin descarga. Usan una tecnología de emisión en directo conocida como streaming.
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