IBM ha sido inhabilitado temporalmente para nuevos contratos de ámbito federal en Estados Unidos hasta que se examinen las relaciones mantenidas con algunos empleados de la Agencia para la Protección del Medio Ambiente (EPA en el acrónimo anglosajón) .
La compañía ha admitido que está siendo investigada por la fiscalía de Virginia por los presuntos pagos de los directivos de la empresa a miembros de la EPA para la obtención de un contrato valorado en 80 millones, destinado a su modernización tecnológica.
En este sentido, según The Wall Street Journal, el fiscal ya ha enviado citaciones a las partes para recabar documentos relacionados con este contrato. IBM, que asegura que está cooperando con las autoridades judiciales, tiene 30 días para presentar alegaciones contra la suspensión, que puede durar hasta un año mientras se siguen los trámites.
Lo cierto es que IBM puede tener problemas con la administración federal estadounidense, uno de sus principales clientes. De hecho, el gigante azul obtuvo contratos de las distintas agencias públicas estadounidenses, especialmente del Departamento de Defensa y de Seguridad Nacional, por más de 1.300 millones de dólares (unos 830 millones de euros) en 2007, que supusieron el 1% de sus ingresos.
IBM ha asegurado que no fue informada hasta el viernes de problema alguno con la EPA.
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