Once años como consultor en McKinsey, ocho como directivo en Telefónica. Tal ha sido la carrera profesional de Guillermo Ansaldo (45), que desde diciembre del 2007 desempeña la dirección general de Telefónica España, una de las tres unidades de negocio en las que se ha estructurado la operadora que es a la vez multinacional y española En su diálogo con La Vanguardia, confirma que la crisis golpea al mercado de la telefonía móvil, hasta ahora floreciente. Se ha iniciado un año que, en sus palabras, "será duramente competitivo": cada operador luchará por defender su base de clientes, asumiendo que el consumo caerá (ya está cayendo). Para combatir la tendencia, el instrumento serán las tarifas, no tanto la subvención de los móviles. Telefónica privilegiará las inversiones susceptibles de generar retornos.
En todo el mundo se ha desacelerado el mercado de la telefonía móvil. ¿Qué impacto está teniendo la crisis en el negocio español de Telefónica?
Evidentemente, la crisis está afectando el consumo, y aunque nuestro sector no es en modo alguno inmune, también es cierto que está mejor preparado para resistir los cambios de ciclo a la baja. Lo que observamos en España es que incluso personas que se quedan sin trabajo, quieren recortar el gasto en móvil pero no por ello dejan de usarlo. Para Telefónica, esto significa crecer menos de lo que crecería sin la crisis; para los clientes, implica que se interesan más por lo que pagan por el servicio y, sobre todo, por el control de su gasto. Creceremos menos, pero sin sufrir las caídas porcentuales de otros sectores que son de bienes durables o están más ligados al crédito.
¿Optimismo o pesimismo?
Optimismo medido, diría yo; de ninguna manera padecemos el pesimismo que se observa en otras empresas y otros sectores. Estamos preparados para atravesar una crisis, aunque no sabemos cuánto durará.
¿Ha caído el negocio de móviles de Telefónica España?
Hasta el tercer trimestre, los resultados han sido muy buenos y diferenciados con respecto a nuestros competidores. Sabemos que el actual será un año duro, pero creemos poder mantener ese diferencial.
¿Podría ser más claro?
Creemos que, por el lado de los ingresos, se pueden explotar bolsones de crecimiento; algunas categorías de la demanda seguirán creciendo en un entorno menos fácil. La pregunta tiene dos respuestas o una con dos componentes: lucharemos por capturar todas las oportunidades que veamos y defenderemos nuestra base de clientes frente a la competencia. Tácticamente, vamos a acomodar las tarifas a las circunstancias, aunque perdamos un poco de ARPU [ ingreso medio por abonado, en la sigla inglesa]. En el 2009, el precio será el primer atributo de la telefonía móvil.
¿Se polarizará el mercado en función del precio?
Básicamente, la telefonía móvil sigue siendo tráfico de voz; si sumamos los SMS y los datos, no representan más del 15% de los ingresos, de modo que esta es la primera polarización. Hay individuos que, por razones de trabajo o de estilo de vida, contratarán tarifas de banda ancha móvil, y hay otros que se retraerán.
¿Prevé una mayor rotación de clientes entre operadores?
No será significativa, según el tipo de cliente del que hablemos. Hay gente que va buscando el precio y está dispuesta a cambiar de operador tantas veces como le convenga; pero representa poco más del 1% de los clientes; la mayoría de nuestros clientes se inclina por poner límites al gasto sin dejar de ser fieles a Movistar.
Hasta ahora, el crecimiento del mercado se ha apoyado, en parte, en la subvención de los terminales por parte de los operadores. ¿Atenuará Movistar esta práctica?
Deberíamos hacer menos esfuerzos y dedicar menos recursos a subvencionar terminales 2G, porque es una tecnología cuyo usuario busca tarifas más ajustadas y, por tanto, reduce el retorno del operador. En contraste, vamos a aumentar los subsidios en los terminales cuyas expectativas son mejores. La idea es privilegiar los dispositivos que faculten la adopción de tarifas planas y de nuevos servicios.
¿Esto significa que van a reducir las subvenciones o que van a recortar el catálogo de terminales?
Significa que vamos a reducir progresivamente las subvenciones a cierto nivel de terminales, pero en la gama alta las vamos a incrementar. En conjunto, el coste para la compañía puede ser parecido, pero con una distribución que tendrá mucho que ver con los ingresos futuros que se puedan generar.
Los competidores harán más o menos lo mismo…
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