Con cerca de 175 millones de seguidores, la red social Facebook se mantiene como el fenómeno más de moda en Internet, pero, irónicamente, no termina de triunfar en China, donde se encuentra la mayor comunidad de internautas del mundo, unos 300 millones.
Aunque las estadísticas no son oficiales, se calcula que sólo uno de cada mil internautas chinos utiliza Facebook, confirmando que la red de Internet en China sigue siendo un mundo virtual aparte, pese a los esfuerzos de las grandes empresas de la web 2.0 por entrar en él.
Ya ocurrió antes con otras: Google, el buscador estrella en todo el mundo, se ve superado en China por su rival local, Baidu.
En cuanto a portales de correo y noticias, Yahoo se encuentra con la dura competencia de Sina y Sohu, aunque la encarnizada rivalidad entre estas dos le da algo de tregua. Y en el campo de la mensajería digital, la china QQ es la más popular en el país, por encima del Messenger de Microsoft.
Las razones del fracaso de Facebook en China son muchas veces similares a las de los casos anteriores: factores culturales, políticos y comerciales, que sumados abren una barrera entre los usuarios de Internet chinos y los de Occidente.
"Tenemos diferentes intereses", resume al respecto un especialista en tecnologías de información que tiene un popular blog tecnológico en China, Sijian. Según él, "los jóvenes chinos prefieren el formato BBS (los clásicos foros de Internet) y no tienen tanto interés en ampliar su círculo propio de amigos", una de las motivaciones de muchos usuarios de Facebook en otros países.
Los internautas chinos "son consumidores de contenido, no creadores", destaca en su blog otro internauta chino, gerente de la compañía eThinker, como otra de las razones culturales que impiden la llegada de más internautas chinos a Facebook.
El fenómeno de la censura ayuda a mantener estas diferencias: en los foros, los chinos suelen hacer comentarios bajo seudónimos y se sienten con ello más libres para criticar, mientras que en Facebook suele primar el usuario que da su nombre real y otros datos personales.
Y hay ocasiones en que la censura ha afectado de forma más directa a Facebook: le pasó en verano de 2008, cuando lanzó su versión en chino mandarín y a las pocas horas estaba bloqueada (sospechosamente, algo similar le ocurrió meses antes a YouTube).
A los pocos días el servicio regresó a la normalidad y hoy es accesible, pero el debut con mal pie de Facebook en China pudo influir en que muchos usuarios se interesaran por otros de sus competidores.
Ahí radica otro de los problemas: los cientos de versiones de Facebook en el país asiático, algunas de ellas imitando hasta el color azul de su logotipo, y que suponen una dura competencia que además resulta difícil de "eliminar" a través de compras o acuerdos de colaboración, debido a las trabas legales de China para que compañías extranjeras adquieran acciones de sus firmas locales.
Antes de que Facebook fuera popular en el mundo, ya había redes chinas que como ella nacieron en las universidades, tales como Xiaonei, originada en diciembre de 2005 en la pequinesa Universidad de Tsinghua y que cuenta hoy día con unos 15 millones de usuarios (una cantidad que convierte en anecdóticos los 300.000 que Facebook tiene en el país).
Xiaonei no es la única: una de sus competidoras, Zhanzuo, tiene siete millones de miembros, y también son muy populares las webs sociales Kaixinwang ("Red Feliz"), tanto que a la original le han salido al menos cuatro versiones clónicas.
A finales de 2008, la prensa especializada habló de un intento de Facebook para comprar Zhanzuo por 85 millones de dólares, aunque posteriormente la firma estadounidense de Mark Zuckerberg negó tal posibilidad.
Ventajas legales para las empresas chinas sobre las extranjeras, reticencias de los usuarios chinos para entrar en una red tan amplia e internacional... son todavía muchas las razones que por ahora dificultan el echar una "guerra de pandillas" con los internautas del gigante asiático.
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